Cinemática

El sonido casi imperceptible de la tierra girando fue el que me despertó, armónico vibrando entre décimas de segundo cortando mi piel como fina hoja de papel, se ha ido el agua que fluye oscilando de cuerpo en cuerpo sin reclamo, grisáceo silencio que devoró todos los rincones que servían de templos, polvo despreciable de estelas densas y mediocres, siempre fui tu espalda, siempre pisé sobre tus huellas, nunca miré antes que tú, ósmosis pétrea que convertía a cada paso en un solo tono cambiante que invoca a la desesperación, un ancla de cera derretida que marca el camino de regreso, me arrancaste los ojos, me convertiste en un grillete y decidiste no volver a girar la cabeza evitando recrudecer el mundo cambiante... pero en éste espacio diminuto entre nuestros órganos vitales faltó darte cuenta de la debilidad de tus tejidos, poco a poco se encriptó el verdadero poder hasta absorber milimétricamente cada pedazo de carne descompuesto, pequeños goteos desecantes que enviaban diminutas dosis bubónicas hasta tu silencio total, quedé agotado y caí dormido arrullado por un leve suspiro... ahora puedo escuchar mis propios sueños hasta el día en que la humanidad decida despertarme de nuevo haciendo girar la tierra como solía hacerlo antes.