Gott hat gelogen!

Las estructuras relativistas que dirimen la dualidad del pensamiento, consideran al individualismo como una clara constante de lo que el tiempo no ha podido resolver, ahora nos encontramos entre cuatro dimensiones abstraidas de toda claridad craneal, tengo su cuello en mis brazos, por que no quiero dejar que un animal tan grande se desangre perdiendo toda la razón oportunamente y ante la capacidad de dios, de entender que está en la palma de mi mano; el color que se ha generado en mis ojos, muy parco, con las cataratas bien desarrolladas ante la evolución del hombre, asume su propia irerresponsabilidad, entiende que no prometo una interacción sana y crónica con tu propia carne, no me aparto de tu mundo, si, de tu creación, no pretendo construír uno propio, solo soy un tensor, ¿Cómo podría compararme ante mi propia grandeza?, ¿Por que tienes miedo? te estás muriendo en mis brazos, las mangas empapadas me dan asco, no debería existir la dualidad, ¿por que has decidido mimetizarte? al final, la difracción carece de sentido, los colores en los que te separas no son mas que la mínima explicación de tu ocaso, grosero y sediento, con el líquido derretido sobre tus pupílas, la moral que te acobija es patética, paso suave y deleite de estética, hermosa la dualidad en tus actos. Es la oportunidad perfecta de enfrentar al animal con el animal, con tu reflejo en el propio charco de sangre, mira el cielo que se nubla, se torna negro y majestuoso, es energía regresando a casa, siempre te has pronunciado por la libertad, pero aún es demasiado peligroso dejar las puertas abiertas del universo que no se habrá de entender en lo sucesivo, amalgama de fé, coraza de ciencia, no será tu fin comprender la dicha que llena el alma al desaparecer, una pequeña masa de imperfección, que debe equilibrar la cósmica y suprahumana consistencia del ser, regresa a casa, déjanos destruirnos en paz.